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martes, 26 de noviembre de 2013

Salam aleykoum

A lo largo del tiempo, la lengua española ha evolucionado de manera muy rápida debido a su herencia histórica y sociocultural. De hecho, puesto que el español es una lengua vehicular, ha adoptado numerosas palabras de la lengua árabe. Podemos encontrar más de cuatro mil vocablos en esta lengua, que forman el 8% del total: se trata de los arabismos. 
Esta confluencia lingüística existente desde la Época Medieval (Al Andalus) ha originado una creencia errónea: ni todos los arabismos contienen el prefijo -al, ni todos los términos que lo contienen son de origen árabe. 

Los arabismos se presentan a través de muchos aspectos, tanto de la vida cotidiana como de ámbitos particulares.

A nivel general, podemos destacar algunas palabras de la vida cotidiana:

           *Así, el famoso autor Juan Goytisolo ha titulado su obra Makbara, que significa tumba en árabe.


A nivel toponímico, también podemos encontrar espacios naturales, barrios y ciudades de nomenclatura árabe:


Podríamos seguir alargando esta lista, pero ahora nos centraremos en otros puntos más interesantes:

En un primer momento, a nadie se le ocurre pensar que tengan etimología árabe los apellidos Herrera o De Luna; y es por eso por lo que no te debes perder este apartado de antroponimia, ¡quién sabe si descubres la etimología de tu nombre!

Así como encontramos nombres con etimología árabe (Aída, Adela, Mahoma o Leila), puede que nos tropecemos con un nombre propiamente árabe sin saberlo: ¿sabéis quién es Soraya Sáenz de Santamaría? o ¿conocéis a alguna Mariam o Naima? Pues sí, señores, son nombres totalmente árabes que, a causa del uso generalizado, han ‘perdido’ su verdadero origen.

Por otro lado, encontramos un amplio léxico a nivel sociocultural con la adopción de palabras de la lengua árabe: por ejemplo, en el ámbito jurídico-religioso, se destacan palabras como califa, harén, mameluco, alquibla, almuédano, sultán, alamín, emir, azaque, alfaquí, imam o imán, jeque…

Además de todo esto, a nivel científico podemos destacar algunas ciencias como las matemáticas, la astronomía, la medicina, la farmacología y la química, que incluyen palabras sin ningún paralelismo léxico en español:


A través de este pequeño repaso de los arabismos, constatamos que la lengua española no está excluida de herencias léxicas extranjeras, sino todo lo contrario; y, además, son de vital importancia porque le proporcionan al español su extraordinaria riqueza.
Las palabras, las letras, los nombres, los metales, las flores… tienen una historia universal creada, en parte, por el trabajo de hombres y mujeres de otras lenguas y culturas: personas que hacen crecer a España cultivando sus diferencias. De hecho, crecemos gracias a nuestras diferencias, no crecer es ser indiferente y ser indiferente es la muerte, que, por cierto, proviene del árabe mât


¡Para poder disfrutar de todas las palabras árabes o de etimología árabe, ¡clicad en este link!




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