
¿Cómo funciona el cerebro?
El
cerebro es, sin duda, el órgano más maravilloso que puede poseer el ser
humano: regula los movimientos, los pensamientos y los sentimientos. Está dividido por 2 hemisferios: el hemisferio
cerebral derecho y el hemisferio cerebral izquierdo. En la parte izquierda se encuentra la facultad del
lenguaje, el pensamiento lógico y la escritura; y en la derecha, el pensamiento creativo, la fantasía y todas las actividades artísticas
que se pueden desarrollar. Sin embargo, existe una correlación entre ambos
hemisferios: el derecho coordina las funciones del izquierdo y viceversa.
¿Cómo influye el cerebro en el
lenguaje?
Las enfermedades que perturban el
lenguaje
- Afasia global: La lesión en el cerebro es tan extensa que el lenguaje no puede prácticamente producirse. Además, la comprensión también se altera.
- Afasia de broca: este tipo de afasia está caracterizada por la falta de fluidez y por la dificultad para la elección de las palabras y para producir construcciones gramaticales. Del mismo modo, también afecta a la pronunciación y a la capacidad de recordar ciertos elementos organizados como puedan ser los nombres de los días de la semana.
- Afasia de Wernicke: sus rasgos más comunes son la dificultad para enumerar cosas, la invención de palabras y frases, la repetición continua en el discurso de las mismas construcciones, la falta de entendimiento y de reconocimiento de los errores.
- Afasia anómica: se reduce la incapacidad de encontrar palabras adecuadas para identificar, designar y expresar ideas y conceptos.
Existe
otra enfermedad poco común que puede afectar al individuo tras una lesión
cerebral: el síndrome del acento extranjero. Precisamente se denomina así porque la persona que lo padece adopta un acento extranjero. Esto es
lo que le ocurrió, por ejemplo, a Leanne Rowe, una mujer australiana que, tras haber sufrido un
accidente, hablaba con acento francés. Los investigadores piensan que este
síndrome se debe a los daños producidos en las funciones principales del cerebro.
El
control de los sentimientos en el lenguaje
Cuando
a alguien no le salen las palabras, puede que se deba a que su cerebro está perturbado
por el estrés, la depresión, el nerviosismo… Sin embargo, cuando un individuo está relajado,
tiene más facilidades para expresarse con claridad.
Hay que destacar que el lenguaje puede también influir en el funcionamiento del cerebro.
Por ejemplo, varios estudios han demostrado que aprender una segunda lengua en
la infancia puede modificar la estructura del cerebro; con esto, se favorece el crecimiento neuronal y se mejoran las capacidades del individuo.
En resumen, existe
una relación muy estrecha entre el cerebro y el lenguaje: para
expresarse con claridad y fluidez hace falta que el cerebro funcione bien y, del mismo modo, las dificultades de un lenguaje pueden ser consecuencia de perturbaciones
en el cerebro.
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